Actividad 7. La evaluación en el aula de Telesecundaria.

 

La evaluación en el aula de telesecundaria.


La evaluación tiene como propósito determinar en qué medida se están cumpliendo las metas de calidad que se fijan en los estándares, asociadas a los aprendizajes que se espera que logren los estudiantes a su paso por la escuela.


¿Cómo evaluar en el aula?


  • Determinar el encuadre de evaluación:

Establecer y ponderar de manera clara y precisa los aspectos generales a evaluar junto con los alumnos para llevarlos a la reflexión sobre la importancia de consolidar conocimientos y competencias, y al mismo tiempo describir aspectos particulares sobre cada uno de ellos.

  • Evaluación continua 40%: Pueden considerarse el trabajo en clase, las tareas, la participación así como las competencias generales y específicas, y ejercer la evaluación formativa incluyendo aspectos cuantitativos y cualitativos.

  • Examen 40%: Aquí deben particularizar tipos de reactivos, establecer el valor de cada uno, y los conocimientos y competencias que se incluyen .

  • Portafolio del alumno 20%: Para conformar, los estudiantes pueden tener un conjunto de carpetas de papel pegadas en forma de acordeón en las que depositarán aquellos trabajos o evidencias de sus aprendizajes: ensayos, mapas mentales, mapas conceptuales, escritos, etcétera, que retratan el ejercicio de la práctica docente y que posteriormente puedan retomarse para la reflexión, la toma de decisiones y los procesos de mejora. 


  • Organizar el tiempo no sólo para el desarrollo de aprendizajes, sino también para evaluar:

Además de impartir todas las asignaturas, se debe considerar evaluar todos los trabajos, actividades o proyectos desde los parámetros del currículo y bajo los criterios de cada una. Un aspecto importante a considerar es que por norma deben entregarse evaluaciones parciales en periodos bimestrales según el Acuerdo 696 (2013). 

Además de planear las clases, los maestros pueden elaborar un cronograma donde el bimestre o el bloque se dividan y a partir de ese esquema organicen la temporalidad de desarrollo de aprendizajes esperados en días, semanas, meses, bimestres o todo el ciclo escolar, y sobre todo para que especifiquen espacios de tiempo para evaluar y para llevar a cabo otras actividades importantes.




  • Organizar monitores de evaluación en tu grupo: 

Para llevarlo a cabo debemos nombrar entre los estudiantes un monitor por fila que se encargue de recoger los trabajos que ameritan ser parte del portafolio o que indican el cierre de un aprendizaje esperado. 

En tanto esto ocurre, el desarrollo o la coordinación de la clase continúa, pues mientras los alumnos tienen actividad de producción individual, es decir, en el momento en que están trabajando y no requieren de la ayuda directa del maestro.

Cada monitor registra en un formato la calificación asignada, excepto la suya, pues hay un monitor de monitores, y a él es a quien que se le rinden cuentas de sus trabajos.


  • Usar las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) para evaluar:

Las nuevas tendencias educativas, tanto las normativas como las de índole social, exigen al docente el uso y el dominio de las TIC, no para sustituir su trabajo, sino como herramientas que contribuyen tanto al avance de los aprendizajes de sus alumnos, como a su mejora profesional.

El profesor debe diseñar su propio esquema de evaluación y cuente con datos inmediatos. Esto le ayudará a optimizar su tiempo para evaluar y calificar; a incluir o vincular sus instrumentos cualitativos y cuantitativos; a realizar análisis de resultados de forma gráfica, y a acercarse a una evaluación lo más objetiva posible.


  • Analizar los resultados con los alumnos para tomar decisiones:

En esta importante fase debemos dedicar tiempo para:

  •  La reflexión del alumno: el estudiante debe analizar los niveles de logro alcanzados, identificar sus áreas de oportunidad, y tomar decisiones con el fin de lograr sus metas académicas con mayor eficiencia y eficacia.

  •  La reflexión docente: el docente debe primero guiar la reflexión del alumno y compartir compromisos y decisiones.


  • Reorientar aspectos metodológicos de acuerdo con las decisiones tomadas:

La gestión de la investigación académica e empresarial incluye la identificación de líneas de investigación que direccionen los fondos y los esfuerzos técnicos de grupos que se dedican a actividades de Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Es momento de reorientar y ejecutar los aspectos metodológicos con minucioso cuidado, y rescatar la nueva información relevante.

  • Ejercer una evaluación transparente y pública:

Un alumno o un padre de familia puede preguntar particularidades de la evaluación, y el docente debe argumentar las razones por las cuales se obtuvieron esos resultados.

Referencias bibliográficas


Stufflebeam (1987). Citado en: Evaluación de programas. Modelos y procedimientos, Catalina

Martinez Mediano, Universidad Nacional de Estadística, Madrid España, noviembre 2013,

pág. 153. Recuperado de: http://bit.ly/1X57yzA

Acuerdo número 696 por el que se establecen normas generales para la evaluación,

acreditación, promoción y certificación en la educación básica. Diario Oficial de la Federación

(2013, 20 de septiembre).

Evaluación en el multigrado - UNIDAD 2 (google.com)

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